Esto... aquello.... [Satsuki]

El día apenas comenzaba para mí en este nuevo instituto, sin embargo ya había conocido a la primera persona y ahora, después de haberle obligado a llevar mis papeles por mí me había quedado tiempo de sobra. Había llegado 40 minutos antes de clases para ir a dejarlos, pero él me ha ahorrado suficiente tiempo. No ha sido difícil llegar a las aulas, encontré a la que me designaron y entré en ella. Como era de esperarse, estaba totalmente vacía, todo lucía desgastado, había libros en el suelo en la parte de atrás del aula, parecía que un huracán había llegado y tumbado todo allí. A pesar de eso las filas de los asientos estaban bien alineadas, parecía que jamás habían tomado clases allí, pero eso no se reflejaba en sus mini escritorios: todos tenían letreros o dibujos sobre de ellos. Las sillas no se quedaban exentas de rayones, comenzaba a sentirme en casa al ver tanto desastre allí.

Comencé a caminar entre aquellas hileras, no tenía ni idea de que asiento me tocaría, pero tomé uno al fondo, en la tercera hilera de derecha a izquierda, los asientos en la parte trasera tiene sus beneficios y no me desharía de ellos. Coloqué a un lado de la silla mi estuche, me senté y me recliné en la silla hacia atrás sobre dos patas y subiendo mis pies a la pequeña mesa. Miraba fija al techo pensando: al final las malas lenguas tenían razón acerca de la existencia de los uniformes que dotaban de habilidades especiales a sus portadores. Lancé un suspiro, llevé mis manos a mi nuca y me quedé allí.


—Jeeeez, esto parece una escuela fantasma… no ayuda en nada las pintas desgastadas de esta aula, queda muy claro que posición tienes aquí ¿eh? —mala costumbre era la de soltar las palabras al viento aun que nadie las escuchara, el hablar conmigo misma parecía más común en mí de lo que aparentaba. Ahora sólo me importaba descansar puesto que me había levantado dos horas antes de mi horario habitual, estaba rendida, con hambre, sin almuerzo o dinero.

Acomodé mi asiento, me reincorporé y eché un vistazo más al lugar. Me dirigí al escritorio del profesor y me senté arriba del escritorio: podía ver a todos los lugares sin ningún problema, aparentemente no había punto ciego. Como el escritorio quedaba a un lado de la ventana del aula eché una mirada furtiva por allí, vislumbrando que poco a poco comenzaban a llegar personas.
—Hmm esto parece un circo más que un instituto, tks.

Las mañanas siempre son tranquilas, pocas vece se encuentra estudiantes yendo en dirección hacia la Academia a tempranas horas, aunque son contables esos tipos de situaciones. Al igual que hoy, o eso pensé.
No era algo inusual que estuviese en aquel centro "educativo" a tempranas horas, era el único momento donde todo el lugar estaba en silencio, antes de que lleguen los demás. De un momento a otro, comienzo a caminar dentro de los desordenados pasillos de la Academia, donde se podía notar desde simple vista el caos que estaba presente. Y a medida que avanzaba el camino no mejoraba, seguían en el mismo estado o incluso peor, parecía más una cárcel que una Academia.  "Todos los caminos son iguales..."  Pensé a medida que avanzaba sin rumbo alguno, o hasta donde sea el fin del pasillo, que al parecer no quería terminar, era más un laberinto que otra cosa.

El tiempo avanzo con rapidez para mí, y el pasillo me envió de nuevo por donde había comenzado, donde era nada más ni nada menos que al primer nivel. Unos ruidos llamaron mi atención, nunca creí que hubiese alguien a tan tempranas horas, divise el lugar donde provenían dichos ruidos, encaminando hacia aquel sitio, escuchaba la voz de una persona, se podía deducir que era una mujer.  "Hmm esto parece un circo más que un instituto, tks."  Llegue a escuchar claramente. Al llegar al marco de la puerta, la joven se encontraba de pie encima del escritorio del profesor. Al parecer aquella joven desconocía no se había dado cuenta de mi presencia, pues mantenía su mirada fija en lo que era la ventana.

—"Un circo, huh?”—  Susurro mientras me recargaba del marco de la puerta, pues no tenía intención de hacerme notar ante ella, alguien que nunca he visto en mi vida, y quien tampoco tenía interés en conocer.

De un momento a otro la paz de mis pensamientos (en voz alta) fueron interrumpidos por un pequeño susurro. Voltee inmediatamente a buscar la fuente del sonido con la mirada, encontré a la causante de aquel pequeño ruido. La miré unos segundos y me coloqué inmediatamente de pie, me sobresalté un poco porque por como ella lucía había pensado en primera instancia que se trataba de alguna profesora: poseía un largo cabello negro perfectamente acomodado, una mirada dura, su altura era bastante notoria y su presencia no la había visto en alguien más con anterioridad.

—Sí, un circo. —respondí con un poco de tranquilidad al notar que su edad no parecía ser la suficiente como para impartir clases. Además tenía un uniforme, aun que diferente al resto. —¿A caso hay algún problema con que haya dicho eso? —entoné de manera un poco molesta, me crucé de brazos y recargué en el borde de la ventana mientras le dirigí una mirada desafiante. Si bien sus ojos azules eran fríos como el hielo no me dejaría intimidar sin siquiera ella lo intentase.

Mantuve en el mismo lugar, sin ninguna intencion de mover, despues de todo no habia necesidad de hacerlo, era solo una perdida de energia y tiempo. Solamente atine a mirarla de reojo, no parecia alguien mayor, tampoco aparentaba ser alguien menor, ademas de tener cierta actitud agresiva, su mechon rojo parecia que era lo que mas resaltaba de su fisico. Bueno, tampoco era que me interesara de algun modo.

—" No, para nada. "—  Respondi a su pregunta con severa calma, diferente al tono de voz molesto de la contraria, quien al parecer le habia incomodado mi presencia y ahora mantenia una mirada desafiante. Solte un leve suspiro al notar que la joven no apartaba su vista. —" Quita esa cara, no pienso estar en un concurso de miradas contigo. "—  Dije mientras cruzaba de brazos, y observaba el panorama del salon de clases donde me encontraba.

No era muy diferente al del resto, solo habia objetos tirados y desordenados, despues de todo, nadie se encargaba de acomodarlas como las Academias normales, no era de sorprenderse al fin y al cabo. Al terminar de asimilar la situacion en aquella aula, mi vista se fija directamente en la joven recargada en la ventana con molestia contenida.

—Más vale —contesté manteniendo mi tono firme y sin retirar ni un solo segundo mis ojos de ella. Ella se cruzó de brazos sin moverse de su lugar, su tranquilidad me abrumaba parecía casi una estatua incluso parecía que no se movía ni para respirar. Mis ojos se quedaron perdidos unos segundos en sus labios de los cuales salieron palabras que me había sacado de lugar. Que rayos decía ella ¿Qué quite “esa cara” ¿Qué le pasa? —¡Oi! Yo no estoy tratando de jugar contigo. —comenté molesta apuntándole de manera acusadora. Me reincorporándome apoyándome con ambas manos sobre del borde de la ventada e inmediatamente después me coloqué de brazos cruzados una vez más.

—Jeeez, no sé por qué dices cosas tan burdas… tks… — por un instante rechiné mis dientes y mi entrecejo se frunció— “concurso” por favor… —mi voz se hizo tenue al pronuncia eso, hice un segundo de silencio y alcé la voz haciendo notar mi arrogancia —¿Qué clase de absurdo desafío es ese? ¿Es tu forma de ser “amigable”?—caminé hacia ella ladeando mi cabeza hacia la izquierda para tronar mi cuello, dibujé una media sonrisa en mis labios. Me detuve a un metro de dónde se encontraba. Su mirada recorría el lugar. —Hum… ¿te parece poca cosa esto? —pregunté de manera altanera mientras que yo daba otro recorrido al lugar para terminar mi recorrido visual en su rostro. No pensaba dejar de observarla hasta que su expresión cambiara.

Alcé mis brazos, los pasé detrás de mi nuca y los crucé de ese modo no pude evitar mofarme por lo irónico que me parecía la situación.

Notando su actitud, era obvio que podia atreverse a armar una pelea sin sentido, bueno, todos son asi en esta Academia, no era nada nuevo, no para mi.

—" Vaya, que coicidencia, tampoco tengo intencion de hacerlo."—  Respondi, en un tono contrario a esta, fria, neutral, firme. Sin intencion de moverme del lugar seguia escuchando la voz de la pelinegra, alardeando y preguntando sobre cosas sin sentido, a mi parecer.

—" Amigable? Hmph, parece que tanto tu y tu cerebro no quiere captar lo que quise decir. Bueno, igual aunque te lo dijera de nuevo, no lo entenderias."—  Sus preguntas seguian lloviendo, preguntas aburridas, preguntas en las que no tengo interes alguno en escuchar, pero esta no se detenia. Era molesto.

—" No he comentado nada, sacas conclusiones demasiado rapida, o es que te haces la idiota?"—  Pregunte, ella podia ser un poco molesta, solo un poco, comparado con los demas estudiantes quienes solo presumen de su poder. Sin embargo, viendo que esta practicamente no llevaba uniforme, y en el aula donde se encontraba, era una Sin estrellas. Segundos despues de observar la situacion en el que se encontraba el salon de clases, volvi a fijarme en la joven, parecia despreocupada, o tal vez aparentaba? Sea lo que sea, no parecia un ser tan pensante.